El Bautismo

Explicación del Bautismo con Espíritu de Profecía y Santas Escrituras. También citas sobre este tema.


El bautismo que se hace es un pacto que hacemos delante de la Deidad Eterna... “Cuando os entregáis a Cristo, hacéis una promesa ante la presencia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, las tres grandes Personalidades, dignatarios del cielo”. - Hijos e hijas de Dios, p. 353.

“Cuando os entregasteis a Cristo hicisteis una promesa en la presencia del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo: los tres grandes Dignatarios personales del cielo”. - CBA, t. 7, p. 971.

“Cuando los cristianos se someten al solemne rito del bautismo, el Señor registra el voto que hacen de serle fieles. Este voto es su juramento de lealtad. Son bautizados en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Así están unidos con los tres grandes poderes del cielo”. - El evangelismo, pp. 226, 227.

Primero que todo, debemos saber qué es el bautismo y lo vamos a ver con ayuda del Espíritu de Profecía y la Biblia.

El bautismo es “el despojamiento del viejo hombre” (el yo).

“En el bautismo somos entregados al Señor como un vaso que va a ser usado. El bautismo es el más solemne renunciamiento al mundo. Por la profesión de fe que se hace, el yo queda muerto a una vida de pecado. Las aguas cubren al candidato, y en la presencia de todo el universo celestial se hace el compromiso mutuo. El hombre es puesto en su tumba líquida en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, sepultado con Cristo en el bautismo y levantado del agua para vivir la vida nueva de lealtad a Dios. Las tres grandes potestades del cielo son testigos; son invisibles, pero están presentes.

En el primer capítulo de la Segunda Epístola de Pedro se presente la obra progresiva en la vida cristiana. Todo el capítulo es una lección de profunda importancia. Si el hombre al adquirir las gracias cristianas obra según el plan de crecimiento, Dios se ha comprometido a obrar en favor del hombre según el plan de multiplicación. “Gracia y paz os sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesús”. La obra es trazada frente a cada alma que ha confesado su fe en Jesucristo mediante el bautismo, y se ha convertido en un receptáculo de la promesa que procede de las tres personas de la divinidad: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.” — MS 57, 1900.

“¿Qué, pues, diremos? ¿perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde?

¡En ninguna manera! Porque los que somos muertos al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?

¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?

Porque somos sepultados con Él en la muerte por el bautismo; para que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andaremos en novedad de vida.” Romanos 6:1-4

Luego de comprender que al ser bautizados en el nombre de la divinidad: PADRE, HIJO Y ESPÍRITU SANTO, debemos dejar el “antiguo hombre” y revestidos con el “nuevo hombre” (Colosenses 3:10). Surge la pregunta:

¿por qué debemos bautizarnos?

“El que creyere y fuere bautizado será salvo; mas el que no creyere, será condenado.” Marcos 16:16

“Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautizate, y lava tus pecados, invocando su nombre.” Hechos 22:16

“El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando la inmundicia de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia a Dios) por la resurrección de Jesucristo.” 1 Pedro 3:21

 

En conclusión, hay que bautizarse para ver al Señor, ya que como sabemos que al bautizar dejamos al viejo hombre con sus pecados y somos nuevas personas, tendremos que ser Santos “Seguid la paz en todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor:” Hechos 12:14

“Sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.” 1 Pedro 1:15-16

Testimonios Selectos Tomo 4, Página 288

 

Capítulo 41—El bautismo

 

El significado del rito...

Los ritos del bautismo y de la cena del Señor son dos columnas monumentales, una afuera y la otra dentro de la iglesia. Sobre estos ritos, Cristo ha inscripto el nombre del verdadero Dios.

Cristo ha hecho del bautismo la señal de entrada en su reino espiritual. Ha hecho de él una condición positiva que todos deben cumplir si desean ser considerados bajo la autoridad del Padre, del Hijo y el Espíritu Santo. Antes que el hombre pueda hallar un hogar en la iglesia, antes de pasar el umbral del reino espiritual de Dios, ha de recibir la impresión del divino nombre: “Jehová, justicia nuestra.” Jeremías 23:6.

El bautismo es una renunciación muy solemne del mundo. Los que son bautizados en el triple nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, al comienzo mismo de su vida cristiana declaran públicamente que han abandonado el servicio de Satanás, y que han venido a ser miembros de la familia real, hijos del Rey celestial. Han obedecido la orden: “Salid de en medio de ellos, y apartaos, ... y no toquéis lo inmundo.” Y para ellos se cumple la promesa: “Y seré a vosotros Padre, y vosotros me seréis a mí hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.” 22 Corintios 6:17, 18.

Citas Variadas...

“Hay tres personas vivientes en el trío celestial; en el nombre de estos tres grandes poderes - el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo- son bautizados los que reciben a Cristo mediante la fe”. - El evangelismo, p. 446.

 

“Cuando el cristiano toma el voto bautismal se le promete ayuda divina. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo están listos para obrar en su favor”. - Alza tus ojos, p. 171.

 

El bautismo es “una condición con la cual deben cumplir todos los que quieren que se reconozca que están bajo la autoridad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”. - Joyas de los testimonios, t. 2, p. 389.

 

“El hecho de que habéis sido bautizados en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, es una garantía de que si pedís su ayuda, estas potestades os ayudarán en toda emergencia”. - Joyas de los testimonios, t. 2, p. 396.

 

“Somos bautizados en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y estos poderes grandes e infinitos se encuentran mancomunadamente comprometidos a trabajar en nuestro favor si tan solamente estamos dispuestos a colaborar con ellos”. - Exaltad a Jesús, p. 103.

 

“Los que reciben la impronta de Dios por el bautismo presten atención a estas palabras, recordando que Dios ha puesto su firma sobre ellos declarando que son sus hijos y sus hijas. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, poderes infinitos y omnisapientes, reciben a los que entran verdaderamente en una relación de pacto con Dios. Están presentes en cada bautismo”. - La maravillosa gracia de Dios, p. 143.

 

“Por medio de nuestro voto bautismal reconocemos y confesamos solemnemente que el Señor Jehová es nuestro Gobernante. Formulamos virtualmente un juramento solemne, en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, para que de aquí en adelante nuestras vidas estén fusionadas con las vidas de estas tres grandes Personas”. - Ibíb., p. 150.

 

“Cuando el cristiano se somete al solemne rito del bautismo, los tres poderes más altos del universo -el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo- dan su aprobación a ese acto, comprometiéndose a ejercer su poder en beneficio de él mientras él se esfuerza por honrar a Dios”. - Reflejemos a Jesús, p. 99.

 

“La obra es trazada frente a cada alma que ha confesado su fe en Jesucristo mediante el bautismo, y se ha convertido en un receptáculo de la promesa que procede de las tres personas de la divinidad: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo”. -  CBA, t. 6, p. 1074.

 

“Cuando hemos aceptado a Cristo, y en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo nos hemos comprometido a servir a Dios, el Padre, a Cristo y al Espíritu Santo -los tres signatarios y potestades del cielo-, ellos se comprometen a que toda capacidad nos será dada si cumplimos con nuestros votos bautismales”. - CBA, t. 6, p. 1075.